CommuniTree Carbon Program es una iniciativa comunitaria en Nicaragua que agrupa a pequeños agricultores con el fin de reforestar partes de sus tierras en desuso. El proyecto, impulsado por la ONG Taking Root, se desarrolla en una cuenca que alimenta directamente el Estuario Real, uno de los espacios de América Central más ricos en biodiversidad.
A través de un mejor uso de la tierra y una gestión más sostenible de los recursos forestales, el proyecto aumenta la cobertura forestal, ayudando a retener la humedad durante la estación seca. Estas acciones se traducen en la mejora de la calidad de vida de los residentes del entorno de San Juan de Limay (Nicaragua) que, además, reciben un pago efectivo por servicios ambientales.
La deforestación de la selva para su uso como terreno agrícola se ha traducido en una pérdida importante de masa arbolada y la magnificación de los efectos de las estaciones secas de carácter excepcional. Debido a que son parte de los sistemas agroforestales, los nuevos árboles ayudan a dar sombra a otros cultivos y a aumentar la capacidad de recuperación agrícola. Por tanto, la reforestación de los terrenos agrícolas en desuso, aparte de los conocidos beneficios en la lucha contra el cambio climático, suponen una mejora sustancial en la principal fuente de ingresos de la comunidad local: la producción agrícola.
Este proyecto, en el que han participado 296 familias desde el año 2010 y se han creado 2.645 empleos locales, implica directamente a los pequeños agricultores locales en la creación de viveros de especies mixtas, en la plantación de los árboles en la selva y en el aprovechamiento de la madera proveniente de las labores de clareo para mantener la salud del bosque. Además, los participantes también plantan árboles específicos para usarlos como leña y madera, lo que elimina la dependencia de los bosques existentes y previene su futura degradación.
Los agricultores están involucrados en cada paso del proceso de reforestación y pueden solicitar préstamos sin intereses para construir cercas, aclarar arbustos y plantar el semillero. Esto a su vez genera muchos puestos de trabajo indirectos en la comunidad.
Para garantizar la estabilidad económica de la población, los participantes reciben pagos regulares por los servicios ambientales cumplidos con éxito, según el crecimiento de los árboles establecidos y las tasas de supervivencia.
Aspectos destacables del proyecto:
- Las 1.170 hectáreas de selva recuperadas entre 2010 y 2015 (equivalentes a más de 1.500 campos de futbol) contribuyen a la captación de CO2 de forma global en el planeta y por ello son reconocidas como sumidero de carbono participando en programas de compensación de emisiones, pero además generan importantes beneficios ambientales a los habitantes del territorio.
- Al reforestar las tierras de cultivo en desuso se mejora la captura de agua en la estación seca y se minimizan las inundaciones y deslizamientos de tierra en la época de lluvias. Además, se ayuda a regular el agua que desemboca en el cercano Estuario Real, uno de los más importantes de América Central en términos de biodiversidad.
- Como sólo se emplean semillas de especies autóctonas se refuerza la riqueza genética que favorece el mantenimiento de bosques maduros, dando sustento y proporcionando un hábitat a la fauna local.
Reducción de emisiones:
Los árboles plantados funcionan como eficientes bombas de carbono, captando CO2 del aire y fijándolo en sus estructuras vegetales. Estos árboles pueden crecer hasta 10 veces más rápido en la zona de Nicaragua que en los climas del norte y por tanto su beneficio en la lucha contra el cambio climático se incrementa
Este proyecto genera créditos de carbono de alta calidad, según el riguroso estándar Plan Vivo, que tiene en cuenta las condiciones de la zona y la riqueza de los ecosistemas reforestados.
Hasta el año 2015, el proyecto había captado y fijado 346.767 toneladas de CO2, que es el equivalente a las emisiones anuales de 90.433 coches.
DOCUMENTACIÓN DEL PROYECTO.
Información detallada beneficios proyecto:
Documentos de verificación estándares:
El estándar Plan Vivo es el sistema de certificación independiente más antiguo para proyectos de carbono forestal y el único que siempre implica el pago directo a las comunidades, incentivando la acción y aportando fondos a los participantes locales.Se hace hincapié en la participación comunitaria, la distribución equitativa de los beneficios y el uso de especies nativas de árboles. Ofrece incentivos económicos a los agricultores que se comprometen a gestionar sus tierras de forma que proporcione un servicio ecológico, como la plantación y el mantenimiento de los bosques para capturar carbono. Seguimiento y auditoría Plan Vivo:
Registro Markit Environmental Registry
Más información del proyecto: